Diario de un Juzgador en Campaña

Día Tres

Intolerancia Nacional Electoral

Una frase que condensa soberanía y control ideológico es “No hay más ruta que la nuestra”. Título de un libro del gran muralista David Alfaro Siqueiros, de pensamiento intransigente, izquierda beligerante nacionalista. Contrasta con un artista plástico excepcional, innovador, universal.

Relaciono esta frase con el estado actual de nuestro país. No veo asilado al tallo torcido de la elección judicial, sino la maleza que cubre por igual  nuestras madres buscando con palas los restos de sus hijos, periodistas asesinados, institutos periciales y policías locales sin equipo, desmantelamiento de todo contrapeso legal al poder. Todo regado con agua envenenada con etiqueta democrática.

Tardó poco en cubrirse de esa maleza el Instituto encargado de la democracia. Hoy opera con reglas intransigentes, intolerantes, abandona su legendaria fama, chatarriza la democracia.

La elección judicial tiene características: obstaculizar, prohibir, amenazar con multas a todo el que hable, ayude y hasta oiga. El final está escrito, él poseerá la verdad: sin ciudadanos escrutadores sin representantes él contará los votos: me creerás porque soy yo.

Los candidatos no puedan contratar medios de difusión, hablar entre ellos, debatir libremente. Algunas cosas que puedes hacer, deben tener permiso de su majestad electoral. Ningún funcionario público puede hablar de la elección. Si hay foros serán bajo el nuevo principio democrático de que los gorrones cuentan mucho: invitan a uno, invitan a todos.

La Iglesia Católica ni siquiera puede oír propuestas. Sector privado, social: calladitos en su lugar. Nada, nadie puede ayudar a candidatos, sólo likes. Nuevas definiciones: ¡la democracia es una pantalla!

Sumen una incontestable verdad: ¿por qué iba a interesar al INE, al mismo Estado? una elección judicial donde sólo el 5% de mexicanos tiene idea de qué es un juez. La mayoría confunde la labor judicial con una zanahoria. La quiniela más optimista piensa que votarán sólo el 12% del padrón.

El plan maestro cobra sentido ¿abrir suficientes casillas electorales, imprimir miles de millones de boletas? un contrasentido, el experto asesor trilero (estafador que usa pelotitas) jubila al mapache: el día de la elección las boletas que no se usen, no serán anuladas por funcionarios ciudadanos, quedarán limpiecitas. La piedra de toque: el enigma de la inexplicable aparición de 65,000 observadores inscritos (elección presidencial pasada, hubo 35,000).

Pero esto es una fiesta democrática, los candidatos repiten el chiste de borrachos “si ya saben cómo me pongo, pa´ que me invitan”. ¿Querían redes?, ¡pues aquí esta lo que hacemos en redes!

La inédita elección vomita imágenes y frases grotescas de cómo parecer cercano a la gente. Lógico, su único referente son los políticos, esos que besan niños mocosos frente a la cámara, bailan, se contornean. El referente político futuro será igual: con patente democrática, traicionan, rentan, venden principios.

Este INE sólo tiene nombre igual al que engrandeció nuestro País. Hoy es ente arrodillado ante un régimen que usa democracia como daga.

El signo de nuestro tiempo, el Zeitegeist es recibir cada día una dosis de intolerancia y de lo efímero: puedo mentarte la madre, tú puedes hacer scroll; insultarte y darte like. Fanfarronear que soy tu voz pueblo, prohibirte que hables, mejor aún: idiotizarte con redes, la Constitución lo ordena. Como granja de Orwell, la Constitución dice ahora lo que yo digo que diga.

Por cierto, querido diario: amanecí bien, pero me puse de mal humor.

*Diario de Campaña, son notas sin derecho de autor. Copia, altera, destruye, ponle música, pero difunde, critica, reflexiona, lucha e incita la acción ciudadana. Estoy pendiente de tus comentarios.

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